martes, 10 de noviembre de 2015

Muñiz Sánchez Luis Manuel
Villafuerte Romero José Antonio
Nieto Zepeda Andrea Guadalupe.
Cisneros Ramírez Paola
Moncada Hernández Cecilia

Biología.
Prof.  Juan José Guzmán Martínez.


C.B.T.A. 219






      

Introducción.

El estudio científico del origen de la vida se relaciona con el concepto filosófico de abiogénesis que, en su sentido general, es la generación de vida a partir de materia inerte y, en una definición más moderna, aborda la aparición de las primeras formas de vida a partir de compuestos químicos primordiales. La generación de las formas de vida más complejas a partir de las más simples es dominio de la teoría de la evolución.
El origen de la vida es un problema difícil de explicar. A pesar de ello, el estado actual de la ciencia permite sugerir una hipótesis válida sobre cómo surgió la vida en la Tierra.



El origen de las primeras celulas

La hipótesis de la panspermia plantea que los primeros seres vivos en la Tierra surgieron a partir de esporas que llegaron desde el espacio, en cometas y meteoritos.
La panspermia explica la aparición de la vida en la Tierra, pero no resuelve el problema inicial de cómo se originó la vida: se limita a trasladar el problema a otro lugar.


Las hipótesis que sostienen que la vida se originó en nuestro planeta plantean que habría surgido a partir de sustancias químicas inertes, en las condiciones que habrían imperado en la Tierra primitiva. Este fenómeno se llama abiogénesis.



La hipótesis de la generación espontánea proponía que la vida surge de forma espontánea a partir de sustancias inertes, contraria a la idea de biogénesis, que sostiene que los seres vivos se originan siempre a partir de otros seres vivos, mediante los mecanismos de la reproducción. En 1864, el francés Louis Pasteur comprobó que los microorganismos se originaban a partir de otros microorganismos. Desde entonces, se aceptó de forma definitiva la biogénesis y se desechó la hipótesis de la generación espontánea.


Teoria de fuente hidrotermal.

La teoría de los respiradores o de ventilación de aguas profundas, comúnmente se conoce como la teoría de fuente hidrotermal y sugiere que la vida podría haber comenzado a partir de aberturas submarinas o respiradores hidrotermales debajo del mar, desprendiendo moléculas ricas en hidrógeno que fueron clave para el surgimiento de la vida en la Tierra.
Los calientes rincones rocosos de este tipo de formaciones habrían de tener grandes concentraciones de este tipo de moléculas y proporcionar los catalizadores minerales necesarios para las reacciones críticas. De hecho, en la actualidad, este tipo de formaciones submarinas, ricas en energía química y térmica, mantienen con vida a ecosistemas completos bajo agua.

Teoría Glacial.



 La teoría glacial sugiere que hace unos 3700 millones de años atrás, la Tierra entera estaba cubierta de hielo, ya que la superficie de los océanos se había congelado a consecuencia de la luminosidad del Sol, prácticamente un tercio menor de lo que es ahora.
Esa amplia capa de hielo, seguramente de varios cientos de metros de espesor, sirvió para proteger a los más frágiles compuestos orgánicos de la luz ultravioleta, así como también de cualquier otra amenaza exterior. Ese resguardo, oscuro y frío, también habría ayudado a que las moléculas resistieran más y tuvieran más posibilidades de desarrollar reacciones eficaces importantes para la aparición de la vida