La teoría
glacial sugiere
que hace unos 3700 millones de años atrás, la Tierra entera estaba cubierta de
hielo, ya que la superficie de los océanos se había congelado a consecuencia de
la luminosidad del Sol, prácticamente un tercio menor de lo que es ahora.
Esa amplia capa de hielo, seguramente de varios cientos de
metros de espesor, sirvió para proteger a los más frágiles compuestos orgánicos
de la luz ultravioleta, así como también de cualquier otra amenaza exterior.
Ese resguardo, oscuro y frío, también habría ayudado a que las moléculas
resistieran más y tuvieran más posibilidades de desarrollar reacciones eficaces
importantes para la aparición de la vida.